febrero 19, 2021

El drama los migrantes venezolanos encuentra una luz

La diáspora venezolana continúa con el rastro de malas noticias. Durante el fin de semana, las redes sociales se sacudieron tras las imágenes de un emigrante de Venezuela en Perú, presuntamente a manos de un delincuente que cobraba una vacuna.

Días atrás, otra noticia sacudía a la opinión pública en Venezuela y Argentina tras la denuncia de violación de una venezolana que asistió a una entrevista de trabajo y fue drogada en el lugar antes de ser víctima del abuso. El sospechoso estuvo libre hasta que las redes sociales y el apoyo de medios de comunicación del país suramericano lograran revertir la libertad condicional.

Al margen de todo esto surge una luz al final del túnel: la oportunidad de que los migrantes que salen de Venezuela permanezcan legalmente en Colombia. El pasado 9 de febrero, el presidente colombiano Iván Duque decretó una nueva medida sobre la regularización de los venezolanos que habitan en la nación neogranadina. La arriesgada decisión permitirá que cerca de 1.7 millones de migrantes legalicen su estadía y abre una nueva esperanza para quienes huyen de la dictadura de Nicolás Maduro. 

«Hacemos pública la decisión de nuestro país de crear un estatuto de protección temporal en Colombia que nos permita hacer un proceso de regularización de los migrantes», indicó Duque en una alocución que estuvo marcada por la presencia del alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados, Filippo Grandi. Según esta medida de las autoridades colombianas, los venezolanos sin papeles entrarán en un régimen de protección durante 10 años mientras legalizan su estadía en el país.

Según los datos estimados por organizaciones colombianas, en el país se encuentran aproximadamente 1.729.000 de venezolanos, de los cuales más del 50% no tienen una situación migratoria regular. La cancillería cuenta con 60 días hábiles para iniciar con los procesos de planificación y estudiar de qué manera se atenderá a las personas. 

Este nuevo mecanismo significa un beneficio directo para quienes decidieron formar una nueva vida en Colombia. Asegura, además, el acceso a la salud pública, servicios socioeconómicos, al sistema educativo, oportunidades de empleos formales,  y también garantiza la posibilidad de recibir la vacuna contra la COVID-19.

Para Yoslin Sánchez, periodista y directora de la fundación Tu País, la medida tomada por Iván Duque podría ser un modelo para otros países de la región que reciben a la diáspora venezolana. Desde un punto de vista humanitario, esto podría ayudar al proceso de socialización e inclusión de quienes han salido de Venezuela dentro de los sistemas socioeconómicos mundiales. 

DRAMAS EN LAS FRONTERAS COLOMBIANAS

A pesar del tiempo que permanece cerrado el puente Simón Bolívar, que une a ambas naciones, es prácticamente imposible contener el paso de migrantes al país neogranadino. Según Víctor Bautista, secretario de Frontera y Cooperación Internacional de la Gobernación de Norte de Santander en Colombia, el costo de pasar a través de las trochas supera incluso los 300 dólares en algunos casos y aún con los altos precios, hay personas que deciden cruzar por los pasos ilegales entre ambos territorios. 

La situación de la frontera entre Colombia y Venezuela es uno de los principales riesgos para aquellos que desean salir del país. El narcotráfico, la trata de personas, las bandas delictivas y los cuerpos paramilitares son solo algunos de los ejemplos de lo que se vive en el lugar.

Especialmente en Cúcuta y sus alrededores, las disputas por el control de las trochas y de los cultivos ilícitos de la región son cada vez mayores. Entre los municipios fronterizos ocurren las mayores catástrofes: reclutamientos por parte de la guerrilla, secuestros, desapariciones, torturas, violaciones sexuales y asesinatos. 

Los grupos delincuentes que dominan la zona se aprovechan principalmente de la situación de los venezolanos que desean cruzar al país vecino para vincularlos con las organizaciones criminales que operan allí. Los hombres reclutados generalmente pasan a formar parte de los bandos guerrilleros, mientras que las mujeres son sufren de acoso y corren riesgo de ser víctimas de la trata de personas. 

AÚN ABUNDAN LAS DEPORTACIONES

Pese a que la decisión tomada por Iván Duque se considera un triunfo para los venezolanos, aún queda mucho camino por recorrer. La falta de controles, la dificultad para los procesos de legalización de permanencia y las altas probabilidades de deportación hacen que sea cada vez más difícil para los migrantes asegurar su estadía en países latinoamericanos. 

El pasado 10 de febrero, las autoridades chilenas deportaron a más de cien venezolanos y colombianos que se encontraban en la frontera entre Bolivia y Chile y que ingresaron al país de forma ilegal. Rodrigo Delgado, ministro de Interior, reportó que los pasajeros fueron trasladados en un avión militar hasta los aeropuertos de Colombia y Venezuela y que la decisión se tomó para prevenir un “posible colapso del sistema económico y sanitario”.

En Perú, Ecuador y Bolivia la situación es similar. Cuerpos policiales de las comunidades fronterizas se mantienen alerta para prohibir los caminos que se utilizan comúnmente para entrar al país de forma ilegal. 

Ante esta situación, la oposición venezolana se manifestó en contra de la deportación de los criollos en otras naciones. En las redes sociales de los diputados de la Asamblea Nacional y diplomáticos designados por Juan Guaidó recordaron el recibimiento de los migrantes chilenos cuando el país sureño vivió la dictadura de Pinochet y lamentaron que la decisión se tomara el mismo día que Colombia decidió implementar medidas a favor de los venezolanos. 

“Durante la dictadura de Pinochet los venezolanos recibimos a más de 80.000 chilenos en nuestro país protegiéndolos de la dictadura. Indigna ver como el gobierno chileno pretende deportar venezolanos colocando en riesgo su vida frente al régimen de Maduro”, sentenció Tomás Guanipa a través de su cuenta de Twitter.

UNA NUEVA OPORTUNIDAD PARA LOS VENEZOLANOS

La decisión del presidente Duque de promover políticas que faciliten los trámites migratorios de los criollos en Colombia promovió una nueva esperanza. Desde entonces, la expectativa principal es que otros países tomen más iniciativas como estas para fortalecer el enfoque humanitario. 

El llamado principal para los venezolanos es tener el agradecimiento como valor predominante. La bienvenida que realiza ahora Colombia debe ser un ejemplo para el resto del mundo y un llamado a la reflexión para que se agradezcan aún más los procesos de adaptación hacia una nueva vida. 

Abrir las fronteras y establecer mecanismos legales que permitan a las personas hacer un proceso migratorio de acuerdo a las normas garantizará también los derechos y deberes de todos los ciudadanos. A pesar de que la diáspora continúa y que el número de venezolanos en el exterior es cada vez mayor, la mejor forma de normalizar la situación es a través de medidas que regulen su estadía en cada nación.

A los migrantes beneficiados por estas políticas solo queda recordarles lo afortunados que son por estar en un país que les permite tener una nueva oportunidad. ¡Sean ciudadanos ejemplares y agradecidos con el territorio que los recibe!.

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Orián Brito

Seguiremos Informando.

2 Comentarios

  1. Oma Morales

    Excelente como siempre, terrible situación la que vive día a día los venezolanos que huyen despavoridos de una situación que cada vez es peor en todos los sentidos.

    Responder
  2. Adriana Morales Peña

    Excelente, cómo siempre!

    Responder

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